El año que se va

Rafael Barraza
Twitter: @barraza123

Diciembre ha llegado y con él el ambiente festivo, las luces, los arbolitos, las decoraciones, la comida rica y los regalos; además de un sin fin de experiencias y aprendizajes acumulados a lo largo de estos doce meses, algunas gratas algunas no tanto, pero todas y cada una han marcado de alguna manera nuestras vidas.

Todos (por lo menos yo si) empezamos este año con muchas expectativas ¿ Terminaría la crisis? ¿Encontraríamos un mejor trabajo? ¿ Conoceríamos algún lugar nuevo e interesante? ¿Cuantos nuevos amigos haríamos? Y así como muchas expectativas, también teníamos muchos propósitos; este año si entro al gimnasio, me inscribo a clases de un nuevo idioma, regreso a los Scouts (yo soy Scout, vean mi perfil), me compro un carro, comienzo la maestría, bajo de peso, en fin hay tantas promesas que solemos hacer cada fin de año, que podríamos llenar un libro.

En un abrir y cerrar de ojos estábamos en mayo, luego en septiembre celebrando el bicentenario (bueno los que encontramos muchas razones por las cuales celebrar), y apenas nos estábamos recuperando de las celebraciones centenarias, ya estábamos ante un pavo (o plato de frijoles, según los presupuestos) dando gracias con los norteamericanos, y haciendo nuestras compras de viernes negro. y de repente ¡Zaz! Las compras navideñas y a volver a hacer propósitos para el siguiente año.

Pero antes de ponernos a hacer los propósitos para el año que entra, debemos ponernos a hacer un recuento de este año que termina, que revisemos que hicimos bien, que hicimos mal y que nos falto hacer para en base a eso decidir lo que haremos el próximo año, finalmente el chiste es conseguir la mejora continua ¿no?

Dicho lo anterior veamos pues como estuvo el año... por lo menos para mi:

Para empezar el nuevo año lo recibí de vacaciones, en la ciudad de México con la familia jugando UNO, pero las vacaciones acabaron pronto y hubo que regresar a casa a trabajar y así se nos fueron los meses, de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, los fines de semana eran para ir al cine, de compras o a comer con los amigos. En los primeros meses del año vi gente que hacia tiempo no veía, se fue gente del trabajo, y llego gente nueva.

De repente ya era medio año y la perdida de dos hermanos Scouts vino a cambiar nuestra vida, ( y digo nuestra porque fue la mía y la de muchos Scouts,) este echo nos hizo darnos cuenta de lo vulnerables que somos y que a cualquiera nos podría haber pasado. y como dije este acontecimiento cambio vidas a mi me impulso a volver de lleno al movimiento (había estado intermitente desde septiembre del 2009), e hizo que gente que jamas había querido ser Scout decidiera unirse al movimiento. Y entonces regrese y me cambie de grupo y conocí a gente nueva, además de que conocí mejor a gente que ya tenia tiempo de conocer.

Y de repente ya era noviembre y me encontré con una nueva aventura en puerta, una aventura que si bien ya tenia mucho tiempo esperando que se presentara, me tomo por sorpresa, pero decidí seguir adelante y aquí estoy en la ciudad de México, donde comenzó el año, pero en circunstancias diferentes, ya no son vacaciones ahora esta es nuevamente mi ciudad y estoy en busca de volver a hacer de esta metrópoli mi hogar.

Al final del recuento me doy cuenta de que mi año fue bueno, conocí mucha gente, hice una nueva familia y me reencontré con mis viejos amigos. Si bien es cierto hubo momentos difíciles, los buenos momentos los superan por mucho.

Y tu año ¿cómo estuvo?

Los caminos de la vida

Rafael Barraza
Twitter: @barraza123

Esta es mi primer experiencia escribiendo un Blog, y aunque he de reconocer que soy mejor lector que escritor desde hace algún tiempo he tenido la intención de compartir mis pensamientos con otras personas y pues que mejor forma que escribiéndolos.

Dicen que todo hombre debe de hacer tres cosas en su vida: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro; de las tres solo he hecho, una plantar un árbol (bueno varios), todavía no quiero tener un hijo, así que decidí empezar por escribir, sí bien esto no es un libro, por algo se debe de empezar; como dice el dicho "no se puede empezar a correr antes de aprender a caminar."

Cuando finalmente me decidí a escribir, surgieron varias preguntas como: ¿Qué escribo? ¿Verso o Prosa? ¿Acerca de la realidad o ficción? ¿Escribo sólo para mí o lo comparto con los demás?  La repuesta a todas esas preguntas, fue mucho más fácil de encontrar de lo que yo pensaba. decidí escribir de lo que me viniera en gana, de lo que sé, lo que me gusta y lo que me disgusta, lo que pienso y siento, en fin de lo que he vivido, vivo y vivire. ¿Para quien? Pues para mí, y se de paso alguien más lo lee y le gusta, es un plus.

Es por eso que este espacio se llama los caminos de la vida, porque en el se encuentran (o encontraran) todas las experiencias que se atraviesen por el camino que me toco seguir en este mundo, y porque será como un espacio terapéutico en el que podre comunicarme conmigo mismo.