Thursday, August 25, 2011

Miedo

Rafael Barraza
Twitter: @barraza123


Todos hemos tenido miedo en algún momento de nuestra vida, me atrevería a decir incluso que vivimos con miedo toda la vida. ¿Pero qué es el miedo? ¿Por qué lo sentimos?

El miedo es un sentimiento inherente a la condición humana, o mejor dicho al reino animal; es esa sensación de temor y de angustia que nos producen diversas situaciones o escenarios reales o imaginarios que perturban nuestra existencia. Según el diccionario de la Real Academia miedo es “el recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.”

Le tenemos miedo a lo desconocido, y en algunos casos a lo conocido también. Le tememos al dolor, al sufrimiento, a las alturas, a envejecer, a subir de peso, a los insectos, a la apatía, a la violencia, a la soledad, a la muerte y en algunos casos a la vida misma.

Cada quien tiene sus propios miedos e incluso estos pueden cambiar con la edad o la etapa que estamos viviendo. Incluso hay miedos que para algunas personas pueden ser motivo de grandes trastornos mientras que para otros resultan absurdos. Por ejemplo mucha gente le teme a los muertos, para mi resulta absurdo temerle a los muertos ¿Por qué? Ya están muertos, no pueden hacer nada, en todo caso hay que temerle a los vivos.

Cuando somos niños le tememos casi a todo porque todo es desconocido para nosotros, le tememos a lo real porque no lo conocemos y a lo imaginario, porque aún no sabemos que es imaginario y que no lo es. Conforme vamos creciendo vamos perdiendo algunos miedos, pero también vamos adquiriendo otros; ya sea porque vivimos experiencias traumáticas (las cuales pueden ir desde cosas tan sencillas como caer de la bicicleta y rasparnos, hasta vivencias realmente fuertes como accidentes graves, ser víctimas de un crimen o desastres naturales entre otros.) o bien simplemente porque nuestros padres nos transmiten sus miedos.

Le tememos a tantas cosas que en ocasiones es difícil vivir nuestras vidas, se vuelve difícil conciliar el sueño y por consiguiente es difícil levantarse al día siguiente. Y la verdad es que incluso le tenemos miedo al miedo mismo, y nos cuesta reconocerlo ante los demás, pues nos da pena y miedo que los demás piensen que somos débiles; porque finalmente según la selección natural ser débil no es bueno. Otra razón por la que nos da miedo compartir nuestros miedos (parece trabalenguas) es que pensamos que los demás se van a preocupar, en otras palabras nos guardamos el miedo para que no le dé miedo a los demás.

¿Qué debemos hacer entonces para quitarnos los miedos? Hay ocasiones en que las circunstancias nos obligan a vencer nuestros miedos, realmente no es otra cosa que un miedo más fuerte que nos hace enfrentarnos a uno que en comparación no lo es tanto, el ejemplo más sencillo es el del padre que vence un miedo por salvar a su hijo; en otras palabras es más fuerte el miedo a que algo le ocurra a un hijo que el miedo que se le pueda tener a las alturas, o al agua, o cualquier otra cosa.

Por otro lado están las situaciones en las que es mejor perder el miedo a expresar nuestro miedo y contarle a alguien por lo que estamos atravesando, sobre todo si es alguien cercano, quizá de momento no se supere el miedo, pero pueden ayudarnos a superarlo con el tiempo o bien a sobrellevarlo (recordemos que nunca estaremos libres de miedos.)

Precisamente el miedo fue el que me hizo escribir esto, el miedo a no saber qué será de mí en un futuro, el miedo a fracasar, a no cumplir mis metas, a ver mi vida pasar sin lograr algo en concreto, miedo a dejar de sonreír en toda circunstancia. En fin ese miedo que está presente en mi interior todos los días y que a veces como hoy no me deja dormir.

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