¿Qué es ser Scout, y por que ser uno?

Rafael Barraza
Twitter: @barraza123

Ésta es una pregunta que seguramente a todos los que somos Scouts se nos ha planteado, incluso por nosotros mismos. Esta pregunta puede tener diferentes connotaciones, puede ser planteada por alguien que quiere ser Scout, o que quiere que sus hijos sean Scouts, o por alguien que simplemente no comprende que hacemos los Scouts, pero que no le interesa serlo, o bien nosotros mismos nos la podemos plantear, sobretodo cuando estamos en esos momentos de la vida cuando dudamos si seguir activos en el movimiento o mejor nos retiramos (a todos nos pasa en algún momento por la mente).

Y es que a diferencia de lo que muchos piensan, ser Scout no es ponerse un uniforme "ridículo" (para mi no es ridículo, al contrario es motivo de orgullo) para ir a divertirse los sábados. Ser Scout es más que un uniforme, más que un día de la semana. Ser Scout es estar comprometido con los demás hermanos Scouts, con la sociedad y con uno mismo, a dejar el mundo mejor de como lo encontramos, es comprometerse a crear una nueva familia, a aprender y compartir lo aprendido, a ser responsable, pero sobretodo es comprometerse a ser feliz, ya lo dice la octava ley Scout "El Scout ríe y canta en toda circunstancia".

Por tanto, si ser Scout es un compromiso de vida, se es y se debe ser Scout los 365 días del año, y no sólo los días de junta y mientras se porta el uniforme. Si bien uno de niño, bueno y también de grande (aunque en un contexto diferente), piensa en los sábados como el día de los Scouts, conforme vamos creciendo nos damos cuenta que lo que aprendemos los sábados nos sirve para la vida diaria, que nos hace más responsables (hay sus excepciones), nos da disciplina y nos permite enfrentar las situaciones de la vida de una manera distinta a como lo hacen las personas que no son Scouts (repito hay excepciones).

Ya de grande te das cuenta que ser Scout es un estilo de vida, comienzas a convivir con tus hermanos scouts fuera de actividades scouts, añoras los sábados sí, pero no porque ese día seas Scout, sino porque ese día vas a convivir con toda tu familia Scout, porque vas a hacer las actividades que te gustan, porque vas a aprender cosas nuevas, y a compartir lo que tu ya sabes con los que son nuevos. Pero también al crecer te das cuenta que hay que dedicarle más tiempo al escultismo, ya sea como muchacho en adelanto (de 7 a 22 años de edad) para preparar un reporte, ponerte de acuerdo con tu patrulla para la siguiente actividad, o bien como Scouter (jefe de sección) o dirigente (miembro del comité del grupo, jefe, tesorero, secretario, Etc.) para preparar el programa, conseguir el material, preparar informes, reportes, ir a cursos, en fin muchas cosas que se deben hacer.

Ser Scout nos da la oportunidad de desarrollar nuestra individualidad, de lograr cosas por nosotros solos, de volvernos independientes, pero sobretodo de vivir experiencias que no cualquiera tiene oportunidad de vivir si no es Scout, tales como: ir de campamento, convivir con la naturaleza, viajar, hacer amigos de otras partes de la república y el mundo, ir al cerro, subir una montaña, bañarse en un río, aprender supervivencia, a cocinar, primeros auxilios, a hacer nudos, construcciones, orientación, aprender a leer un mapa, entre muchas otras cosas. Y sobre todo nos da la oportunidad de atesorar tantos recuerdos.

Aun recuerdo (y me vuelven a dar) los nervios que sentí aquel día de primavera que me acerque a un señor vestido medio raro, para decirle que yo quería ser Scout (yo tenia 7 años); nunca voy a olvidar el día que hice mi promesa, después de los nervios tenia una alegría total, recuerdo que mis papás me llevaron a comer para celebrar; otro día inolvidable fue el día que me dieron mi lobo rampante (insignia con la que termina el adelanto en la manada, es la sección más chica de 7 a 11 años), y también están el primer día que hice rappel, el día que hice mi promesa como Scouter, el día que mi mamá decidió ser Scout, y el día que ella hizo rappel venciendo su miedo a las alturas. Y si le preguntáramos a todos los Scouts, sin duda nos darían muchas historias y anécdotas que recuerdan con cariño.

¿Por qué ser Scout? ¿Qué no quedo claro? Hay que ser Scout, para experimentar todas esas cosas que de otra manera nosotros o nuestros hijos no podrían vivir, hay que ser Scout, para aportar nuestro grano de arena en el mejoramiento de nuestro mundo y nuestra sociedad. Hay que ser Scout para hacer que nuestra familia crezca (porque el escultismo es una familia), hay que ser Scout para dejar este mundo mejor de como lo encontramos.

Espero que esto les sirva a los que no son Scouts, para que se decidan a serlo, y a los que ya lo son, para que lo disfruten más.